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TURBINAS
DE SIMETRÍA DINÁMICA
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FIG. 1
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Artículo de
divulgación tecnológica
La
simetría dinámica es un novedoso
concepto de
diseño y fabricación de turbinas de
gas que rompe con el
actual paradigma en la ingeniería de este
tipo de motores.
Partiendo del hecho
objetivo de que tanto el compresor como la turbina
de gases calientes
son
turbomáquinas muy similares que responden a
los mismos
fenómenos físicos, el
concepto de simetría dinámica
persigue combinar en un
único elemento rotor las funciones de
expansión y
compresión reduciendo al mínimo
imprescindible los
requerimientos estructurales del mismo a la vez
que se logra un
excelente esquema de refrigeración.
Se considera superficie de
simetría dinámica teórica (1) a aquella que tiene
una forma alabeada tal que permite conducir una corriente de fluido (2)
por una de sus caras describiendo una determinada trayectoria y
ejerciendo sobre ella unos determinados esfuerzos, mientras que al
mismo tiempo permite conducir otra corriente de fluido (3) por su otra
cara describiendo otra trayectoria simétrica a la primera y
ejerciendo sobre ella otros esfuerzos simétricos a los primeros. |
Si bien el enunciado que define este criterio es
relativamente
sencillo, lo cierto es que es poco intuitivo y
resulta difícil
llegar a comprenderlo completamente sin la ayuda
de dibujos pues su
aplicación genera geometrías
tridimensionales no
convencionales. A pesar de ello, una vez
entendida, esta nueva
técnica se traduce en la obtención
de arquitecturas
simples que se revelan funcionalmente muy
naturales y
versátiles. Seguidamente se
ofrece una descripción detallada de esta
tecnología.
Índice
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Filosofía
La estrategia de la simetría
dinámica se emplea
específicamente en el diseño de
rotores de turbina, ya
sea para flujo axial, radial o mixto. Pero
en realidad las particularidades de los rotores
así construidos
repercuten notablemente en la concepción
global de las
turbomáquinas en las que se van a integrar
provocando que sus
estructuras tampoco sean convencionales. Los
rotores de láminas
de simetría dinámica se fabrican
simplemente mediante la
unión de dos tipos de láminas, uno
de presión
(superficie activa) y otro de succión
(superficie pasiva), cuyas
formas no convencionales se derivan del criterio
de simetría
dinámica. Gracias a esta técnica el
rotor funciona a la
vez como bomba y como motor y se reduce
sustancialmente la necesidad de
materiales estructurales para su
construcción. Cualquier
superficie del rotor está en contacto con
el fluido que se
expande por una de sus caras y también
está en contacto
con el fluido que se comprime por la otra cara.
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FIG. 2
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Uno
de los tipos de
láminas desempeña la función
de superficie activa
para la compresión por una de sus caras y
para la
expansión por la otra. El otro tipo de
lámina
desempeña la función de superficie
pasiva para la
compresión por una de sus caras y para la
expansión por
la otra.
La figura 1 muestra una superficie activa de
simetría
dinámica 1 en la que también pueden
verse representadas
mediante hileras de flechas las trayectorias del
flujo que se expande 2
y del flujo que se comprime 3. Nótese
cómo dichas
trayectorias curvas implican la aparición
de presión
entre la superficie y el fluido. Obsérvese
en este ejemplo
teórico cómo la geometría y
las trayectorias
presentan simetría respecto a una recta
imaginaria que pasara
por dos vértices opuestos de la superficie.
La figura 2 muestra una superficie pasiva de
simetría
dinámica 4 en la que también pueden
verse representadas
mediante hileras de flechas las trayectorias del
flujo que se expande 2
y del flujo que se comprime 3. Nótese
cómo dichas
trayectorias curvas implican la aparición
de succión
entre la superficie y el fluido. Al igual que
ocurre en los
álabes clásicos de flujo axial, la
superficie pasiva de
simetría dinámica tiene una
curvatura más
pronunciada que la superficie activa.
Debido a las especiales características
geométricas de los rotores de
láminas de simetría
dinámica no es posible hablar del concepto
clásico de
álabe como elemento constructivo. El rotor
se construye tan solo
uniendo adecuadamente entre sí una
secuencia de láminas
en la que se alternan de forma sucesiva las
activas y las pasivas de
modo que entre ellas van formándose dos
tipos de canales
igualmente alternativos, uno destinado a que
circule el fluido que se
comprime y el otro, adyacente, destinado a que
circule el fluido que se
expande.
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FIG. 3
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La
figura 3 muestra la unión de una superficie
pasiva de simetría dinámica 4 y dos
superficies activas
de simetría dinámica 1. Esta vista
permite apreciar
cómo se forman los canales por los que han
de circular tanto el
flujo que se expande 2 como el flujo que se
comprime 3.
Nótese
cómo la superficie pasiva 4 se une por dos
de sus bordes con una
de las superficies activas 1, y por otros dos con
la otra superficie
activa 1. De forma recíproca les sucede a
las activas respecto a
las pasivas. Como puede verse en este ejemplo, la
superficie activa de
simetría dinámica tendrá
todos sus bordes unidos a
alguna superficie pasiva, sin embargo, no sucede
lo mismo con la
superficie pasiva de simetría
dinámica que tendrá
algunos bordes libres. Esto es así por mera
conveniencia
geométrica, pero sería perfectamente
concebible que
fueran ambas superficies o solo la superficie
activa la que tuviera
esos bordes libres, aunque ello engendraría
geometrías un
poco más forzadas.
El hecho de que un canal sea de
compresión o expansión no depende de
la geometría
de las superficies sino de cómo se
configure la máquina
entera y del sentido de giro del rotor.
Ambos tipos de láminas son muy semejantes
en su forma
por lo que pueden ser obtenidos mediante procesos
de fabricación
análogos. Las láminas deben unirse
entre sí por
sus bordes mediante soldadura, unión
adhesiva, ranuras de
ensamblaje en rotores desmontables o cualquier
método
conveniente. No se descarta la posibilidad de
emplear algún
método de fabricación que permita la
obtención del
rotor de una sola pieza directamente sin tener que
recurrir a la
fabricación de láminas y su
posterior unión. |
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FIG. 4
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La figura 4 ilustra cómo se irían
uniendo secuencialmente
y de manera
alternativa las superficies activas y las pasivas
para la
fabricación de un rotor.
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FIG. 5
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La figura 5 muestra perspectivas de un rotor
completo. Nótese
cómo las
superficies pasivas prácticamente ocultan a
las superficies
activas.
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FIG. 6
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FIG. 7
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La
figura 6 muestra la perspectiva de un motor de
turbina de gas elemental
cortado axialmente para poder ver la
disposición del rotor de
láminas de simetría dinámica
para flujo axial, su
sentido de giro y las flechas que indican el
recorrido de los gases en
su interior.
En la figura 7 se muestra la sección
esquemática de ese
mismo motor. El aire fresco 14 entra en el motor y
llega hasta el rotor
15 pasando a través de sus canales de
compresión.
Después sale del rotor en el punto 16
parcialmente comprimido y
con una gran energía cinética.
Mediante una voluta en
espiral, el aire es conducido hasta la entrada del
combustor 17 a donde
llega totalmente comprimido y con poca
energía cinética.
Sale del combustor por 18 tras suministrarle
energía
térmica y mediante otra voluta en espiral
es conducido hasta 19
en donde ha perdido parte de su presión y
ha ganado una gran
energía cinética. Después
entra en los canales de
expansión del rotor 15 donde cede parte de
su energía al
rotor para finalmente salir del motor por 20.
Nótese que el rotor se ha calificado como
de flujo axial puesto
que en esta configuración no se aprovecha
de ninguna forma la
componente radial del flujo ya que el flujo que se
comprime circula
hacia el eje de giro y el que se expande se aleja
del mismo.
En las aplicaciones reales estas superficies de
simetría
dinámica
difícilmente presentarán
simetría
geométrica debido a la disparidad entre las
condiciones
termodinámicas del fluido que se expande y
las del fluido que se
comprime. Las superficies reales de las
láminas con las que
finalmente se construirán los rotores se
derivarán del
criterio teórico de simetría
dinámica atendiendo a
requisitos de resistencia, optimización de
mecánica de
fluidos, transferencia de calor e idoneidad
según la
aplicación concreta que se esté
diseñando. No se
presume que las láminas deban tener un
espesor uniforme,
circunstancia que dependerá de las
necesidades de diseño
en cada caso.
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Configuraciones
Los dibujos y esquemas simplificados de este
documento se presentan a
título ilustrativo y no corresponden a
diseños reales.
Las figuras mostradas anteriormente representan
superficies
diseñadas para flujo axial por ser las
más
didácticas, pero el hecho de que el tipo de
flujo sea
predominantemente radial o axial es algo meramente
circunstancial y no
altera la aplicación del criterio de
simetría
dinámica.
Para que haya una
transferencia de energía entre el rotor y
el fluido se necesitan
movimiento
(giro) y fuerza (presión). Las presiones
que surgen entre la
superficie y el
fluido son causadas por aceleraciones del mismo,
es decir, cambios de
velocidad
en el flujo tanto en módulo como en
dirección. El cambio
de velocidad en el
fluido puede ser debido a la curvatura de la
superficie, como en el
flujo
axial, o al cambio de velocidad de la propia
superficie a distintas
distancias
del eje de giro, como en el flujo radial, y puede
ser debido a una
mezcla de
ambos. Para el flujo axial la superficie de
simetría
dinámica tiene doble curvatura y su forma
se asemeja a una silla
de montar a caballo. Para flujo radial la
superficie de simetría
dinámica podría ser plana ya que los
cambios de velocidad
no dependen de la existencia de curvatura sino de
la mayor o menor
cercanía al eje de giro. La superficie de
simetría
dinámica correspondiente al flujo mixto es
como la del flujo
axial pues geométricamente manda el hecho
de que exista
curvatura. Desde el punto de vista
geométrico, la superficie de
simetría dinámica correspondiente al
flujo radial se
puede considerar un caso límite de la del
flujo axial en el que
la curvatura es nula.
Independientemente de la disposición del
rotor, se entiende por
flujo axial aquel en el que la curvatura de la
superficie es la
causante principal de las aceleraciones en el
fluido que favorecen la
transferencia de energía entre el rotor y
el fluido; se entiende
por flujo radial aquel en el que la
variación de la distancia al
eje de giro es la causante principal de las
aceleraciones en el fluido
que favorecen la transferencia de energía
entre el rotor y el
fluido; se entiende por flujo mixto aquel en el
que tanto la curvatura
de la superficie como la variación de la
distancia al eje de
giro son las causantes de las aceleraciones en el
fluido que favorecen
la transferencia de energía entre el rotor
y el fluido.
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FIG. 8
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La
figura 8 muestra una
sección axial esquemática de un
motor turbo-hélice
con un rotor de láminas de
simetría dinámica de flujo axial 15
cuya cámara de
combustión 31 está centrada. El
rotor es similar al ya
mostrado en la figura 5.
El cuerpo del motor está compuesto por una
carcasa exterior 38 y
un cuerpo central
40 unidos por un estator 39. Las hélices
forman parte de un
rotor exterior 37
que en su interior tiene una etapa de
álabes convencionales 35
de ayuda a la
compresión y otra etapa de álabes
convencionales de
turbina 36 que accionan
todo el rotor exterior mediante los gases de
exhaustación. En
este caso el
rotor de láminas de simetría
dinámica 15
sólo se usa para compresión mientras
que la potencia útil es obtenida por los
álabes 36 del
rotor exterior 37. El
rotor exterior 37 y el rotor de láminas de
simetría
dinámica 15 giran en
sentidos opuestos.
A través del conducto 33 se suministra
combustible e
ignición eléctrica a la
cámara de
combustión 31. El motor puede arrancarse
insuflando aire comprimido desde una botella a la
cámara de
combustión a través
del conducto 33 y, una vez arrancado, emplear ese
mismo conducto 33
para tomar
aire de la entrada de la cámara de
combustión y rellenar
la botella de aire
comprimido. El aire fresco 14 es parcialmente
acelerado y comprimido
por los
álabes 35 del rotor exterior 37 y llega
hasta el rotor 15
pasando a través de
sus canales de compresión. Después
sale del rotor 15 y
entra en la voluta
espiral de compresión 30 que lo conduce
hasta la cámara
de combustión 31. Tras
suministrarle energía térmica sale
de la cámara de
combustión y entra en la
voluta espiral de expansión 32 que lo
conduce hasta el rotor 15.
El gas pasa
por los canales de expansión del rotor 15
donde cede parte de su
energía. Tras
salir del rotor 15 incide sobre los álabes
de turbina 36
suministrando la potencia
útil al rotor exterior 37 para finalmente
salir del motor por
20. |
Los rotores para flujo mixto son esencialmente
iguales a los de flujo
axial aunque la configuración de la
máquina sí
permite aprovechar la componente radial del flujo
en la
compresión o expansión.
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FIG. 9
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FIG. 10
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FIG. 11
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Las
figuras 9 y 10 muestran dos vistas de un motor
turbo-ventilador
accionado por un rotor
de láminas de simetría
dinámica de flujo mixto
cortado axialmente en las que se indica el sentido
de giro del rotor.
La figura 11 muestra la
sección axial esquemática del
anterior motor
turbo-ventilador. El motor
puede arrancarse insuflando aire comprimido desde
una botella a la
cámara de
combustión, que es externa.
El aire fresco que entra por 14 pasa a
través de los canales de
compresión del rotor 15. La mayor parte del
aire es expulsado
por 48 para
obtener empuje, la otra parte del aire bombeado se
dirige a la voluta
de
compresión 30 y de ahí a la
cámara de
combustión. Tras suministrarle
energía
térmica sale de la cámara de
combustión y entra en
la voluta de expansión 32
que lo conduce hasta el rotor 15. El gas pasa por
los canales de
expansión del
rotor 15 donde cede su energía y escapa
finalmente al exterior
por 20. Al aire
de empuje 48 se le hace pasar por un estator 49
antes de abandonar el
motor.
Nótese que el rotor se ha calificado como
de flujo mixto ya que
en esta configuración sí se
aprovecha la
componente radial del flujo que se comprime pues
se aleja del eje de
giro y el que se expande circula
hacia el mismo.
En
las próximas figuras puede observarse mejor
la geometría
de las láminas de este rotor que
está diseñado
para
bombear un gran caudal de aire
por su parte central pero imprimiéndole
poca velocidad.
La figura 12
muestra perspectivas de la unión de una
superficie pasiva de
simetría dinámica y dos superficies
activas de
simetría dinámica del rotor 15 de la
figura 11.
Nótese la amplitud del canal de
compresión frente al de
expansión. La vista de la
izquierda permite apreciar mejor las zonas de
entrada tanto de los
canales de
compresión como los de expansión,
mientras que la vista
de la derecha permite apreciar mejor las zonas de
salida. |
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FIG. 12
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El flujo radial puede
entenderse como un caso límite del flujo
mixto en el que la
curvatura neta del
flujo es nula y, por tanto, sería
perfectamente factible un
rotor radial
diseñado con las mismas técnicas que
uno mixto. Sin
embargo, la flexibilidad de
diseño proporcionada por el criterio de
simetría
dinámica permite otras
soluciones constructivas más ventajosas
para el flujo radial.
Como se
comprobará en las próximas figuras,
es posible fabricar
un rotor de láminas de
simetría dinámica en el que el flujo
que se comprime no
tiene que cruzarse
forzosamente con el flujo que se expande, y en el
que no es necesario
que los
canales queden completamente formados por la
superficie activa y la
pasiva.
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FIG. 13
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La figura 13 muestra una sección axial
esquemática de una
turbomáquina que usa un rotor de
láminas de
simetría dinámica de flujo radial 15
para intercambiar
energía entre dos corrientes de fluido.
También se
muestra la perspectiva de una superficie activa de
simetría
dinámica 1 de ese rotor. Pueden verse
representadas mediante
hileras de flechas las trayectorias del flujo que
se expande 2 y del
flujo que se comprime 3.
Nótese que en su zona central tanto el
flujo que se expande 2
como el que se comprime 3 transcurren
aproximadamente paralelos y que
sus trayectorias no se cruzan.
El fluido que se comprime entra en la
turbomáquina por 14, cerca del eje de giro,
y pasa a los canales
de
compresión del rotor 15 donde recibe
energía al circular
radialmente
hacia la voluta 56 en la periferia. El fluido que
se expande llega por
la voluta 57, en la periferia, y pasa a los
canales de expansión
del
rotor 15 donde cede energía al circular
radialmente hacia el eje
de
giro para salir de la turbomáquina por 20.
La figura 14 muestra perspectivas del rotor 15 de
la figura 13. Una de
las características más
diferenciadoras de este rotor de
láminas de simetría dinámica
para flujo radial
respecto a los de flujo axial o mixto es que los
canales de
compresión y de expansión no quedan
cerrados entre la
superficie activa y la pasiva sino que una parte
de ellos debe cerrarse
por la carcasa de la máquina, tal como se
ve en el punto 55 de
la figura 13. Es una característica
también común
en las turbomáquinas radiales
convencionales. Esta zona de los
canales que se cierra por la carcasa coincide con
la zona en la que el
flujo que se expande 2 y el que se comprime 3
transcurren
aproximadamente paralelos.
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FIG. 14
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En este ejemplo la geometría de las
superficies es muy simple:
una
superficie activa plana y una superficie pasiva
que se aproxima mucho a
una superficie reglada. Si bien este diseño
es perfectamente
factible, puede ser optimizado
dotando a las superficies del alabeo adecuado para
que se adapte mejor
al flujo de tipo axial que
predomina en las zonas próximas al eje de
giro tal como se
muestra en
la siguiente figura.
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FIG. 15
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Esta misma adaptación al flujo de tipo
axial que predomina en
las zonas próximas al eje de giro puede
conseguirse
también mediante el uso de aletas logrando
un efecto similar
pero con geometrías menos forzadas como se
muestra en el rotor
de
la siguiente figura. Estas aletas, al contrario
que las superficies de
simetría dinámica, están
bañadas por el
mismo fluido por ambas caras, es decir, son una
prolongación
porque por sí mismas no cumplen el criterio
de simetría
dinámica, aunque sí lo cumple el
resto de la superficie.
Podrían usarse igualmente en rotores de
láminas de
simetría dinámica de flujo axial o
mixto, pero son
especialmente convenientes para los radiales ya
que suele existir una
zona donde el flujo es marcadamente axial.
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FIG. 16
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Los rotores de láminas de simetría
dinámica son
igualmente susceptibles de ser combinados en
soluciones constructivas
con varias etapas de
compresión-expansión como las
mostradas en la siguiente figura.
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FIG. 17
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Otros
detalles constructivos
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FIG. 18
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Puesto que los rotores no
solo interactúan con el fluido sino que
están integrados
en una máquina, será
necesario, en general, que estén adaptados
para
desempeñar otras funciones por
lo que opcionalmente las láminas pueden
contar con
apéndices en partes concretas
de sus bordes a modo de ala de montaje que sirven
como cojinete, como
sello de
estanqueidad, como equilibradores, como puntos de
anclaje para las
láminas en
rotores desmontables o para albergar otros
accesorios.
La figura 18 muestra la perspectiva de una
superficie pasiva de
simetría dinámica en la que se han
añadido sobre
sus bordes libres unos apéndices
denominados alas de montaje.
Estas alas de montaje son simplemente
prolongaciones de la estructura
de la superficie que pueden ser empleadas de
diversas formas
según la conveniencia de la
aplicación. Están
presentes en la superficie pasiva porque tiene
bordes libres, pero
podrían estar en la activa si
también los tuviera.
Normalmente servirán como cojinete para
transmitir esfuerzos a
la estructura de la turbomáquina en la que
el rotor se integra,
también como superficie contra la que
realizar un sello de
estanqueidad, como soporte para accesorios que
deban ser accionados
directamente por el rotor y como punto de anclaje
con otros elementos.
Cuando la turbomáquina integre varios
rotores es probable que
tanto el sellado como la transmisión de
esfuerzos deban
realizarse entre los propios rotores además
de entre los rotores
y la turbomáquina. Adicionalmente las alas
de montaje
acogerán los contrapesos que se deriven de
la operación
de equilibrado del rotor.
La siguiente figura muestra perspectivas de un
generador
eléctrico seccionado que sirve para
ilustrar diversos aspectos.
El rotor de láminas de simetría
dinámica para
flujo axial está dotado de alas de montaje
22 que permiten
realizar la función de cojinete y sello de
estanqueidad
así como
soporte para un anillo exterior 23 y otro interior
21.
Si bien, desde el punto de vista operativo, esos
anillos no son
imprescindibles, se hacen convenientes por
tratarse de elementos
estructuralmente continuos que pueden conformarse
con diseños
más elaborados exigiendo para ello tan solo
un torneado.
Obviamente los anillos podrían unirse a las
láminas sin
requerir la existencia de alas de montaje. Pueden
ser empleados para
desempeñar las mismas funciones que las
alas de montaje y, en
particular, como chasis de anclaje para las
superficies de
simetría dinámica en rotores
desmontables. Una
técnica razonable para la
construcción de rotores
desmontables para flujo axial o mixto será
utilizar como
elemento constructivo al conjunto resultante de
unir mediante soldadura
una superficie activa, que no tiene alas de
montaje, y una superficie
pasiva, que sí tiene alas de montaje en sus
bordes libres.
Adicionalmente, el anillo exterior 23 alberga como
accesorios a los
elementos electromagnéticos móviles
9 que
interactúan con los elementos fijos 10
alojados en la estructura
de la máquina.
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FIG. 19
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Tras eliminar de la vista al rotor y sus anillos
se muestra a
continuación un detalle de la cámara
de combustión
de ese generador que se encuentra en su zona
central. El flujo de aire
que se comprime 3 entra en la voluta espiral de
compresión tras
abandonar los canales de compresión del
rotor y llega, ya
comprimido, a la cámara de
combustión donde recibe
energía térmica. Después el
flujo de gases
calientes 2 es conducido desde la cámara de
combustión a
los canales de expansión del rotor a
través de la voluta
espiral de expansión.
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FIG. 20
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Ventajas
Es de esperar que este tipo de diseños
presente varias ventajas
ya que
se acorta la longitud y el peso del motor
eliminando la necesidad de un
eje que transmita la potencia desde la turbina
hasta el compresor, se
refrigeran los materiales de los rotores
permitiendo mayores
temperaturas y menor proporción de exceso
de aire, la propia
acción de refrigeración implica un
efecto recuperador de
calor que mejora la eficiencia térmica, las
láminas
están sometidas a una menor tensión
mecánica
gracias a la compensación parcial de la
presión del
fluido por ambas caras de sus superficies. La
obligación de
cruzar el
fluido que se comprime y el que se expande en el
mismo rotor no implica
necesariamente tener que provisionar secciones
sensiblemente mayores
que en un
rotor convencional, pues lo que se consigue con la
simetría
dinámica es
aprovechar los espacios sin uso que
quedarían en el interior de
los álabes del
rotor convencional, sobre todo si se pretenden
usar geometrías
de alta presión. Tampoco es
desdeñable
el hecho de que la menor inercia de los rotores
pueda permitir emplear
como procedimiento de arranque la
proyección de un chorro de
aire comprimido directamente en las cámaras
de combustión
pudiendo así reemplazar otros sistemas
convencionales más
pesados y lentos.
Con el criterio de simetría
dinámica se renuncia a la
metodología clásica de
diseño 2D y se aprovecha la
potencia de las herramientas de ingeniería
actuales para
concentrar el esfuerzo
tecnológico en el diseño de la
geometría 3D no
convencional de dos tipos de
lámina alabeada y su posterior manufactura.
Aunque esta
tecnología se encuentra en una fase muy
temprana de
su desarrollo, es necesario mencionar que, aparte
de las ventajas
operativas, también se han depositado
esperanzas en que la
técnica de construir los rotores
esencialmente uniendo dos tipos
de lámina alabeada constituya un importante
avance en el
proceso industrial de la fabricación de
turbinas de gas.
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Aplicación
industrial
Si bien las ventajas
pretendidas son deseables en cualquier
aplicación de motores de
turbina de gas, el concepto de simetría
dinámica puede
ser particularmente útil en
la fabricación de
turbinas para pequeñas potencias y
microturbinas, unidades de
generación de
energía portátiles,
generación de energía
eléctrica distribuida, motores auxiliares
para
sustentación vertical en aviones VTOL,
generadores primarios en la propulsión
híbrida, motores
de turbina de arranque
rápido, turbosoplantes, etc.
Una aplicación prometedora de esta
tecnología se
encuentra en el campo militar donde la
fabricación automatizada
de rotores de láminas de simetría
dinámica
desechables daría lugar a
una
nueva generación de plantas
motrices muy económicas para accionamiento
de máquinas de combate no tripuladas o
misiles de
crucero. En este tipo de plataformas, de un solo
uso o con una
esperanza
de vida operativa
limitada,
en las que resulta deseable la máxima
sencillez sin renunciar a
la eficiencia, permitiría abaratar no solo
los costes de
producción sino también los de
mantenimiento preventivo
reduciendo estas operaciones a la
sustitución integral de los
rotores. |
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Comparativa
con
el estado de la técnica anterior
Es bien conocido que uno de los
factores más limitantes para el
diseño de turbinas de gas es la alta
temperatura de
combustión necesaria para un buen
rendimiento, pero que afecta
negativamente a la resistencia de los materiales.
Para solventar este
problema, aparte de mejorar las aleaciones, se han
propuesto diversas
técnicas cuyo objetivo es refrigerar los
álabes de la
turbina de gases calientes permitiendo que
trabajen a mayores
temperaturas. Existen sistemas basados en proveer
a los álabes
de circuitos de refrigeración mediante
esquemas de acanaladuras
más o menos complejos por donde debe
circular un fluido
refrigerante. Otro sistema consiste en emplear
materiales porosos o
practicar orificios en puntos estratégicos
para conseguir que la
superficie del
álabe quede recubierta de una fina
película de un gas
frío inyectado a presión desde su
núcleo que lo
aísla de la alta temperatura
de los gases procedentes de la combustión.
Hay otro sistema
más
en el que se explota la idea de emplear los
álabes huecos de una
turbina axial convencional también como
compresor radial
haciendo circular el aire fresco a través
de su interior antes
de entrar en el combustor para después
redirigir mediante un
bucle los gases calientes procedentes del
combustor contra los
álabes de la turbina axial. De este modo se
consigue refrigerar
los álabes de la turbina que son
simultáneamente bomba
radial y motor axial.
Este sistema de los álabes huecos, aunque
no puede considerarse propiamente un antecedente,
sí presenta un
importante paralelismo con el criterio de
simetría
dinámica ya que también aquí
es el aire fresco que
se va a comprimir el que se encarga de refrigerar
directamente las
superficies del rotor que están en contacto
con los gases
procedentes del combustor haciendo que funcione a
la vez como bomba y
como motor. Sin embargo, la idea de concebir un
álabe hueco como un tubo por el que
también puede
circular radialmente el aire, aunque útil y
muy intuitiva,
impone ciertas limitaciones potencialmente
incómodas pues
condiciona definitivamente la configuración
de la máquina
al disponer la salida de aire comprimido hacia la
periferia y, a la
vez, condiciona las transiciones del flujo radial
desde y hacia el
rotor por la geometría tubular de los
álabes. Estas
limitaciones pueden soslayarse gracias a la
estrategia de la
simetría dinámica que proporciona
perfiles de entrada y
salida suaves sin la necesidad de añadir
elementos
extraños para eliminar discontinuidades en
el flujo y, al mismo
tiempo, permite soluciones constructivas
innovadoras respecto a la de
los álabes huecos eliminando los
condicionamientos de la
compresión radial y de las formas
convencionales de
álabes existentes. |
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Advertencia
por prejuicio de rechazo a lo desconocido
El miedo y el escepticismo
ante una idea nueva o un cambio radical es una reacción natural,
pero puede resultar en una
percepción engañosa de una realidad
que es mucho más simple de lo que parece.
Todos los motores de turbina de gas tienen un
compresor, una turbina de
gases calientes y, si las circunstancias lo
permiten, un sistema de
refrigeración y un recuperador de calor
para aumentar su
rendimiento. Las turbinas de simetría
dinámica tienen
exactamente los mismos elementos, pero gracias a
su arquitectura
innovadora todos esos elementos se integran de
forma simple en un
único rotor ligero y compacto. Por todo
ello la
simetría dinámica no ha sido
concebida
en ningún momento como una
tecnología hipotética,
es decir, no se investiga para
averiguar si puede funcionar, sino para averiguar la mejor manera de
que funcione.
Sin embargo, durante
la fase de difusión de esta
tecnología se ha
podido constatar que algunas personas sufren un
"efecto rechazo"
inmediato e irreflexivo al ver la geometría de un rotor
de láminas de
simetría dinámica. El funcionamiento
de los rotores y las
curvaturas de las superficies, muy alejados de lo
convencional, a veces
provocan que la primera impresión sea que
se trata de algo
extraordinariamente complejo y que, probablemente,
presente problemas
de calidad de flujo que lo hagan
difícilmente viable.
Es cierto que los canales por los que circula el
fluido en un rotor de
láminas de simetría dinámica
están cerrados
por superficies con alabeos llamativos que
confieren a los mismos
formas caprichosas.
En las figuras anteriores se han ilustrado
diferentes perspectivas de uno de estos canales
con formas tortuosas y
delimitados por superficies con alabeos
extraños. A primera
vista se
podría intuir que semejante
geometría no es la
idónea para conseguir un flujo en
condiciones óptimas
para el trabajo de una turbina.
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FIG. 41
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FIG. 42 |
El rotor de las figuras anteriores corresponde a
un compresor
centrífugo, absolutamente convencional y no
particularmente
moderno, similar al que se usa en muchas turbinas
de gas de
pequeña potencia o en los sistemas de
sobrealimentación
de los motores de explosión. Puesto que es
convencional, su visionado
no provoca la impresión de que sea
especialmente probable que
aparezcan problemas de calidad de flujo cuando el
fluido circule por
sus canales. Las figuras 38, 39 y 40 no
corresponden al canal de un
rotor de láminas de simetría
dinámica sino al de
este rotor centrífugo convencional. Y a
pesar de la convencionalidad de su arquitectura,
cualquier experto sabe que si está mal
diseñado o simplemente se le hace funcionar
fuera de sus parámetros de diseño,
también funcionará de manera
deficiente.
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FIG. 43
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FIG. 44 |
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FIG. 45
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FIG. 46 |
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FIG. 47
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La simetría dinámica es un concepto
de diseño muy
innovador desde un punto de vista
arquitectónico, pero desde un
punto de
vista fluidodinámico,
las turbinas de simetría dinámica no
son tan distintas de
las convencionales. En todas existen unos canales
de compresión
y otros de expansión delimitados por
superficies currentiformes
con las curvaturas y orientaciones necesarias para
realizar
sus respectivas funciones. Los canales solo son
conductos por los que
circula
un fluido y
podrían concebirse de muy diversas formas.
Unas
resultarán aparentemente más
convencionales y otras
menos, pero el comportamiento del fluido no queda
condicionado por el
mero hecho de que esa geometría sea o no
convencional. Como
consecuencia, no hay razones objetivas para
predecir problemas en la
simetría dinámica que no puedan
presentarse igualmente en
un diseño convencional y que no puedan
tratarse exactamente de
la misma manera.
Su
viabilidad física nunca
ha estado en cuestión, pero, como con
cualquier otra novedad,
existe incertidumbre y la prudencia exige que se
proceda de modo
sistemático llevando a cabo investigaciones
que arrojen
resultados cuantitativos. Simplemente se
planifican estudios de detalle
que permitan
descubrir las mejores prácticas de
diseño al aplicar la
filosofía de simetría
dinámica con el fin de poder
aprovechar sus
ventajas y
conocer sus limitaciones y peculiaridades.
Asociar un alto grado de innovación con una alta probabilidad de
mal funcionamiento sin ninguna explicación es, sencillamente,
una predisposición conductual absurda. Al final, el buen o
mal funcionamiento de un
diseño
dependerá de la
calidad del trabajo de ingeniería que se
haya invertido en
él, tanto en una turbina
convencional como en una
no convencional. Y por este motivo el
experto que estudia por primera vez el criterio de simetría
dinámica debe estar prevenido ante la posibilidad de sufrir este
prejuicio cognitivo,
relativamente
común, que desencadena
conclusiones espurias no fundadas en un
análisis
científico
cuidadoso sino en una primera impresión
subjetiva y precipitada
de algo que rompe con lo establecido.
Aunque el criterio de simetría
dinámica pretende simplificar y mejorar la
construcción de turbinas de gas, se debe
tener presente que las
características
de las láminas de simetría
dinámica casi nunca
podrán ser asimiladas a una
geometría bidimensional por
lo que su comprensión requiere de una
capacidad de visión
espacial suficientemente desarrollada y
herramientas de
ingeniería 3D.
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Investigaciones
en curso
Consideraciones
de diseño elementales para una microturbina
Uno de los grandes desafíos actuales en la
industria de las
turbinas de gas es la fabricación de
turbinas de muy
pequeña potencia que sean capaces de
ofrecer rendimientos
similares a los de las grandes turbinas. La
microturbina más
sencilla posee una etapa de compresión y
una de expansión
acopladas en el mismo eje. Con esta premisa se
efectúa un
análisis cualitativo de algunas de las
características
que influirían en el diseño de una
microturbina equipada
con un único rotor de láminas de
simetría
dinámica.
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FIG. 22
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FIG. 23 |
La configuración más simple para el
objetivo pretendido
es la correspondiente a un rotor de flujo mixto,
es decir, una etapa de
compresión-expansión como la
representada por la
sección axial de la figura 22. Se
podría usar igualmente
un rotor de flujo radial de láminas de
simetría
dinámica, pero se ha estimado que el de
flujo mixto tiene la
ventaja de que solo está en contacto con la
carcasa a
través de las alas de montaje y ello exige
una menor
precisión en su fabricación.
Por lógica, la parte
accesible del eje se encuentra en la zona de
aspiración
protegido del calor y elementos agresivos de los
gases de
exhaustación. Además, ello permite
equilibrar un poco la
geometría del rotor ocupando espacio en la
abertura de
aspiración, que por cuestiones
termodinámicas necesita
una
sección de paso menor que la de
exhaustación.
Hay que recordar que tanto la superficie de
presión como la de
succión delimitan simultáneamente
tanto a los canales de
compresión como a los de expansión
y, por consiguiente,
la geometría de cualquiera de ellas influye
en ambos tipos de
canales. Sin embargo, es cierto que en los canales
de compresión
influye principalmente la curvatura en una
determinada
dirección, mientras que en los canales de
expansión
influye principalmente la curvatura en la otra
dirección, tal y
como se representa en la figura 23.
La corriente de fluido más
energética es la que sale de
la cámara de combustión, motivo por
el cual las
consideraciones que se realicen respecto a las
curvaturas principales
de los
canales de expansión van a condicionar la
velocidad de
rotación, velocidad a la que posteriormente
habrá que
adaptar las curvaturas principales de los canales
de compresión.
La amplitud de la sección de entrada de los
canales de
expansión será mayor cuanto menor
sea la componente paralela al plano axial del vector velocidad absoluta
con el que los gases
que salen del combustor inciden sobre los canales
de expansión.
Aunque la simetría dinámica permite
un diseño
flexible, para conseguir geometrías menos
forzadas,
sobre todo la superficie de succión, se
hace conveniente proveer
una sección de entrada no demasiado
estrecha en los canales de
expansión. Ello se consigue haciendo que el
ángulo de
incidencia de los gases procedentes del combustor
sea lo
suficientemente tangente a la turbina. Esto
también
contribuirá a que el empuje
aerodinámico axial
correspondiente
a los canales de expansión sea más
reducido.
Una vez elegida la velocidad de rotación en
función de
las necesidades de los canales de
expansión, normalmente se
obtendrá como resultado que la salida de
los canales de
compresión es sensiblemente estrecha en
comparación con
la entrada. Ello no supone ningún problema
de diseño ya
que por la otra cara de esa zona de la superficie
activa el canal de
expansión es muy fino y conduce una
pequeña
proporción del flujo de expansión.
Para conseguir una velocidad de rotación no
demasiado alta en
una turbina
con una sola etapa de expansión, que tiene
que
absorber
toda la potencia, se trabajará con
geometrías de alta
presión lo que implica que el área
de paso de los canales
se estrecha en su parte central respecto a la
entrada o salida (fig.
50). Eso es algo que se consigue de forma natural
al emplear la
estrategia de simetría dinámica. Aun
así, el
diseño ofrece muchos grados de libertad y
se puede recurrir a la
técnica de ensancharlos por el centro para
adecuar la
sección de paso
como se ilustra en las figuras 48 y 49.
En realidad, conseguir una velocidad de rotación baja no es el
único factor a considerar para la geometría. En una
turbina de simetría dinámica hay que diferenciar
claramente entre refrigeración y recuperación de calor.
Ambos objetivos se consiguen mediante un mismo mecanismo físico,
la transferencia de calor entre los canales de compresión y
expansión, pero implican condiciones distintas. Si solo
interesara la refrigeración sería conveniente usar
algún material de recubrimiento sobre la superficie de los
canales de expansión que, aparte de protección
química, proporcionara aislamiento térmico. En el caso de
la recuperación de calor habría que evaluar la
repercusión de dicho recubrimiento y también de la
superficie de intercambio relacionada con el número de pares de
láminas del rotor. Además, la recuperación de
calor es efectiva cuando lo que se recupera es calor residual, es
decir, posterior a la extracción de la potencia útil de
los gases calientes y ello implica que dichos gases circulen en unas
determinadas condiciones que finalmente tendrán gran influencia
en la geometría de las láminas.
El uso de geometrías de alta presión
también
conllevaría, en general, el uso de bordes
de ataque afilados. Si
bien es una decisión que depende de
criterios
fluidodinámicos, los bordes afilados pueden
resultar
particularmente interesantes si se prevé
que la
construcción del rotor se lleve a cabo
mediante la soldadura de
las láminas.
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FIG. 51
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Al contrario que en los diseños
convencionales, aquí la
sección de los canales no es
aproximadamente trapezoidal sino
con forma de vaina afinada en los extremos. Ello
puede repercutir en
que las velocidades del fluido a la entrada y
salida de los canales
presenten una distribución tal que sea
menor cerca de los
extremos y mayor en el centro.
Para comprobar hasta que punto se manifiesta este
fenómeno se
puede realizar un cálculo de
mecánica de fluidos simple
con la geometría preliminar del rotor
obteniendo un conocimiento
cualitativo de dicha distribución que
mejorará el
cálculo inicial de dimensiones de las
secciones de entrada y
salida de los canales del rotor.
Adicionalmente, mediante este cálculo
también puede
obtenerse conocimiento cualitativo útil
sobre las distancias
más adecuadas entre la superficie de
presión y la de
succión con el fin de evitar
separación de flujo o
vorticidad excesiva.
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FIG. 52
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FIG. 53 |
La región de unión de las
láminas al eje debe ser
capaz de transmitir el par aerodinámico al
mismo. Una superficie
de presión se une a la siguiente superficie
de succión
por los bordes rayados en azul en la figura 52
para formar el canal de
compresión. A su vez, esa superficie de
succión se une a
la siguiente superficie de presión por los
bordes rayados en
rojo para formar el canal de expansión, y
así
sucesivamente.
En la zona de unión con el eje (fig. 53) la
interferencia entre
las láminas crea un mazacote de material
que sirve para unirlo
con él. Aunque la geometría de la
región de
unión puede modelarse de una manera
currentiforme sin problemas,
esta zona no es particularmente importante desde
el punto de vista
fluidodinámico por lo que puede adaptarse
fácilmente para
cumplir su función. Dimensionar el eje es
sencillo y como regla
de diseño preliminar se puede establecer la
norma de que el
área de la superficie cilíndrica en
la que las
láminas se unen al eje sea igual o mayor
que el área de
la sección del propio eje.
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Microturbina
de 100 kW: geometría del rotor
Como primer ejercicio de aplicación de la
estrategia de
simetría dinámica se proyecta una
microturbina de gas con
100 kW de potencia al eje configurada con un
único rotor de
flujo mixto. Este estudio permitirá
visualizar geometrías más realistas
y comparar los
resultados obtenidos con los de otras
microturbinas convencionales.
Para el
diseño se considerarán los
siguientes condicionantes:
- La potencia al eje será de 100 kW ± 5 kW.
- El rotor estará fabricado en INCONEL 738 o
material similar para turbinas.
- El combustible será gasolina o un combustible
líquido similar.
- Aire estándar: 15 ºC, 760 mm Hg.
- Se utilizarán los márgenes de seguridad
habituales en la industria.
El proceso de optimización del
diseño deberá
buscar el máximo rendimiento y el
mínimo peso del rotor
cumpliendo los
anteriores requisitos. A continuación se
describen los pasos
que conducen al modelo preliminar que
después será
evaluado y optimizado mediante el software de
cálculo
numérico.
El primer paso para trabajar con la
filosofía de simetría
dinámica es liberarse de los prejuicios y
condicionamientos que
bloquean la originalidad y aclarar
algunos conceptos que habrá que tener
presentes durante todo el
proceso:
- Innovar es esencialmente romper con lo establecido,
pero que algo no sea convencional no significa que sea absurdo o muy
complejo.
- Las trayectorias del fluido no necesitan ser
bidimensionales o casi bidimensionales. El fluido puede describir
trayectorias tridimensionales pues lo realmente importante son las
condiciones termodinámicas al inicio y al final de dichas
trayectorias.
- Las superficies por las que transcurre el fluido no
necesitan ser aproximadamente desarrollables ni responder a perfiles
bidimensionales extrudidos. Una geometría tridimensional con
alabeo irregular también puede conducir correctamente al fluido
si está adecuadamente diseñada.
- En muchas ocasiones un factor que produce efectos
negativos simultáneamente provoca otros positivos que deben ser
ponderados antes de descartarlo.
- Un rotor de láminas de simetría
dinámica es a la vez compresor, turbina y recuperador de calor.
Esa interacción provoca que su diseño tenga más
grados de libertad que los que hay en cada uno de los elementos por
separado, pero solo se diseña un elemento y no tres.
Teniendo en cuenta los anteriores condicionantes,
asumiendo
valores tentativos para ciertos parámetros
y mediante la
formulación termodinámica elemental
del ciclo
Brayton es posible estimar
las variables de funcionamiento de la
turbomáquina y las
secciones
que han de tener las entradas y salidas de los
canales de
compresión y expansión del rotor.
Con esos datos se puede
esbozar una sección axial de la
microturbina. Con diagramas de
velocidades se calculan las orientaciones
principales
del fluido en las entradas y salidas de los
canales lo que, a su vez,
permite dibujar las curvas tridimensionales
básicas que van a
definir la geometría de las láminas
del rotor.
A continuación se trabaja en el modelador
3D para diseñar
una
superficie de
presión de simetría dinámica
suavizada y con los
bordes orientados
según los vectores de velocidad del fluido
relativos a la
superficie.
Como era previsible, las muy diferentes
propiedades
termodinámicas del fluido que se comprime y
el que se expande
provocan que la geometría real se aleje
bastante de la
teórica simetría. Obsérvese
que los canales de
compresión tienen su salida orientada
perpendicularmente al eje
de giro para
evitar la componente axial de los empujes
generados por el flujo de
aire que se comprime a la vez que ese mismo empuje
contrarresta la
fuerza centrífuga sobre las láminas.
Disminuir la
presión en la descarga de los canales de
compresión
fuerza a que la velocidad del
flujo aumente. Ello podría no tener sentido
en un diseño
convencional, pero en el rotor de láminas
de simetría
dinámica la consiguiente disminución
de temperatura
podría mejorar la refrigeración por
lo que es un factor a
ponderar.
Tras elegir de manera tentativa el número
de superficies de
presión ya
puede visualizarse el aspecto del rotor a falta de
las superficies de
succión. Hay que considerar que un
número
elevado de láminas empeora la
fabricabilidad y aumenta la
superficie de contacto con sus pérdidas
asociadas, pero a la vez
disminuye la
carga sobre las mismas y mejora el efecto
recuperador de calor.
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FIG. 27
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FIG. 28 |
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FIG. 29
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FIG. 30 |
Para diseñar la superficie de
succión de simetría
dinámica se parte de
las curvas que definen la de presión y se
deforman
convenientemente
para que los canales de compresión y
expansión tengan la
dimensión
adecuada a las condiciones termodinámicas
de sus respectivas
corrientes
de fluido.
Obsérvese que en el rotor de láminas
de simetría
dinámica los canales son afinados en la
zona de unión de
la lámina de presión con la de
succión por lo que
el diseño de la geometría de la zona
central es
prioritario respecto al diseño de los
bordes que conducen una
proporción menor del flujo.
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FIG. 34
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FIG. 35 |
Finalmente se obtiene el diseño preliminar
completo del rotor de
la
microturbina. Tras asignar espesores provisionales
a las láminas
y mallar el modelo, este puede ser introducido en
el programa de
cálculo
en el
que se irán ensayando distintas
configuraciones de cantidad de
combustible inyectado, velocidad de
rotación, espesores,
número y
geometría de
las láminas hasta obtener el resultado
óptimo. A pesar de
que este diseño preliminar esté
fundamentado en
cálculos técnicamente coherentes,
son muchos los grados
de libertad y es de esperar que el proceso de
optimización
conduzca a un diseño sustancialmente
evolucionado.
Además, fenómenos a prevenir como
separación de
flujo, inestabilidad o vibraciones también
pueden influir
decisivamente en el diseño final.
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FIG. 36
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FIG. 37 |
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Microturbina
de 100 kW: configuración final
Vistas ilustrativas del rotor deshojado resultante
de la
optimización:
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FIG. 54
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FIG. 55 |
Una vez optimizada la geometría de las
láminas queda
ultimar los detalles pertinentes para su
configuración final.
Las alas de montaje 22 en los bordes libres de la
superficie pasiva
servirán como apoyo para transmitir los
esfuerzos a la carcasa y
como sello de estanqueidad. La disposición
elegida permite el
fácil ensamblaje axial de toda la
turbomáquina. Asumiendo
que
para el prototipo se empleará un combustor
simple externo en vez
de una cámara de combustión anular,
solo son necesarias
tres piezas para la carcasa: una tobera de
aspiración; un bloque
que integra el difusor, el inductor y los
colectores de
compresión y expansión; una tobera
de descarga.
Normalmente las alas de montaje del rotor
apoyarán sobre unos cojinetes
específicamente
diseñados
para ello.
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FIG. 56
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FIG. 57 |
En el caso de que el rotor se manufacture soldando
las láminas, el procedimiento sugerido
consistiría en una
primera fase en la que se sueldan por parejas una
lámina de
presión y una de succión. En la
siguiente fase se colocan
todas las parejas del rotor en un bastidor de
posicionado para
soldarlas entre sí. En la última
fase se suelda el eje al
conjunto de láminas obtenido en la fase
anterior. Normalmente
habrá una fase adicional en la que se
rectificarán las
alas de montaje para asegurar que su
geometría está
dentro de tolerancia y se repasarán las
uniones soldadas.
Finalmente se obtiene un rotor compacto, ligero, autorrefrigerado y con un intercambiador de calor
integrado. A
continuación se muestran varias vistas del
rotor con el eje y
las alas de montaje (se ilustran todos los
elementos en el mismo color).
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FIG. 58
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FIG. 59 |
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FIG. 60
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FIG. 61 |
La turbomáquina ensamblada lista para
conectar al combustor:
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FIG. 62
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FIG. 63 |
La configuración de la turbomáquina
permite un
fácil ensamblaje axial. En la siguiente
figura se muestra un
despiece que, en orden de montaje de izquierda a
derecha, comprende:
tobera de
aspiración,
bloque de volutas, cojinete de empuje transversal,
cojinete de empuje axial, rotor, cojinete de
empuje axial, tobera de
descarga.
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FIG. 64
|
Las siguientes figuras muestran un corte de la
turbomáquina:
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FIG. 65
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FIG. 66 |
Todos los ejercicios realizados en las anteriores
investigaciones
constituirán una valiosa guía de
buenas prácticas y lecciones aprendidas
para el diseño
definitivo de un demostrador tecnológico
que pueda ser ensayado
en un banco de pruebas.
Antes de dar este paso deberán tomarse
algunas decisiones
trascendentes como elegir el proceso de
fabricación del rotor,
seleccionar la aleación con la que se va a
manufacturar el rotor adecuada a dicho proceso,
o si se va a aplicar algún material de
recubrimiento, sobre todo
si afecta a la conductividad térmica de las
láminas.
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Acerca de
este documento
Este artículo ha sido redactado como
instrumento para divulgar
la
tecnología de las turbinas de
simetría
dinámica a partir de la memoria descriptiva
que integra la
solicitud de patente
internacional PCT/ES2012/000078.
Solicitud de patente original registrada PCTES2012000078
Solicitud de patente traducida al inglés PCTES2012000078_EN
Solicitud de patente original publicada WO2012098277
Informe de búsqueda internacional ISR
Enlace permanente al sitio web de la WIPO http://patentscope.wipo.int/search/en/WO2012098277
Este documento puede ser reproducido citando la
fuente. Las
imágenes están enlazadas a sus
originales en alta
resolución.
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Interés comercial
En caso de estar interesado en la
explotación de esta
tecnología se puede establecer una primera
comunicación
notificándolo al correo electrónico
que se indica
en
el apartado de contacto.
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Contacto
Los comentarios, sugerencias y críticas
sobre esta
innovación son bienvenidos. Deben dirigirse
a la atención
de Juan
Andrés Hurtado.
contact@dsturbines.info
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